martes, 11 de agosto de 2015

Comentario Digital: Ese es el reto

Tamaña tarea la de la Convergencia. No hay que hablar del peso del candidato oficialista, ni de los medios materiales y propagandísticos de que él dispone, ni de la coalición política que ha logrado formar en torno suyo. 

Tampoco hay que ponerse a llorar, como un Jeremías cualquiera, por la disparidad de recursos en que la oposición se desenvuelve. Todo esto debe darse por sobreentendido.

Aún así, lo esencial es ponerse positivo, atreverse y hacer valer los puntos fuertes con que la Convergencia cuenta, el primero de los cuales es el deseo de una cantidad cada vez mayor de votantes de variar el norte del país y propiciar una era de auténticos cambios políticos, sociales y morales en nuestro país.

Esa aspiración crece, como aumenta también el sentimiento de rechazo al candidato oficialista que hasta ahora disfrutaba de niveles de popularidad muy apreciables. En ese sentido las cosas se van modificando desde que se ha visto al Presidente como un candidato más en campaña reeleccionista. Como frente opositor, la Convergencia precisa de la diligencia y la sabiduría necesarias para cultivar su propio crecimiento
.

Su reto es hacer una oposición decente y limpia, pero beligerante y consistente, que explote los múltiples flancos débiles del adversario y, a la vez, presente las propuestas que presagien el cambio democrático y las soluciones progresistas, con tal claridad que convenza a la mayor parte del electorado y logre conformar una voluntad política nacional de cambio contra la cual no haya poder capaz de prevalecer.

A fin de cuentas de eso se trata. Ese es el reto. Que el oficialismo tiene el poder en sus manos es un inconveniente importante, pero no es un obstáculo insalvable.

La experiencia de 1978 es un importante precedente a ese respecto. Balaguer buscaba reelegirse una vez más y parecía imbatible.

El Partido Revolucionario Dominicano se atrevió, convocó al pueblo a la unidad, con la consigna del cambio atrajo hacia su candidato don Antonio Guzmán la voluntad política nacional de poner fin al balaguerismo y el cambio fue posible.

¡Y había que ver de qué clase de poder se trataba, de cuáles medios disponía y con cuáles procedimientos combatía a sus opositores! Respetando las diferencias, es ese un importante precedente que la habilidad y el coraje del doctor Peña Gómez contribuyó en mucho a dejar como fuente de inspiración y cantera de enseñanzas.


Fuente: Manolo Pagan /Facebook.

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