Por: Domingo Batista
Hace más de 35 años que mi querido hermano y amigo Juan Ramón -Nilson- Moreno me comentó de las condiciones humanas y morales del hoy presidente Danilo Medina.
Para ese entonces, ambos estudiaban economía en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) y Medina ya era un destacado dirigente del Partido de la Liberación Dominicana.
Recordando la forma en que Nilson me hablaba del hoy presidente de la República Dominicana, se me hace más que difícil encontrar una respuesta razonable a la actitud de desprecio que ha demostrado el primer mandatario por la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y su justo reclamo de un mayor presupuesto.
Se me ha hecho un tanto incómodo saber que -en un principio- Danilo fue un defensor de la más antigua universidad del continente americano, pero (ahora) su gobierno se caracteriza por estrangularla económicamente y negarle un justo presupuesto, tal como lo consignan las leyes nacionales.
Desde que arribó a la famosa silla de alfileres, la gestión del nativo de San Juan de la Maguana ha ido golpeando sistemáticamente a la universidad estatal que aloja en sus aulas al más del 65 por ciento de la población estudiantil del nivel superior, en tanto que las otras 40 universidades se reparten entre sí el restante 35 por ciento.
Un gran segmento de sus seguidores universitarios daba como seguro que -al asumir el puesto número uno del país- las cosas cambiarían a favor de la academia, pero todos se han quedado oliendo donde guisan,
La UASD, la misma que lo alojó en su seno, no ha podido -efectivamente- contar con su solidaridad y la mayoría de sus proyectos se han ido a pique.
Hay quienes sostienen que, hasta prueba en contrario, Danilo le estaría haciendo el juego a sectores que aupan la idea de privatizar la educación universitaria en el país.
Para nadie es un secreto que la Primada de América es la institución en donde el estudiante pobre puede acudir a buscar una profesión que lo ayude a su movilidad social.
En los círculos universitarios, se comenta que la negativa de Medina en dar un mayor presupuesto a la UASD forma parte del tinglado de acciones para hacerla desaparecer.
Hay quienes aseguran que el presidente de la República podría estar jugando con candela al no ver que la UASD tiene 198 mil estudiantes, casi cinco mil profesores y unos cuatro mil quinientos empleados, moviendo unas 950 mil personas directa e indirectamente.
Asimismo, existen centros regionales en 18 ciudades del interior del país.Medina y su equipo deben interpretar que los universitarios, si se tiran a las calles a protestar, provocarían grandes inconvenientes en Santiago, La Vega, Bonao, Mao, Santiago Rodríguez Puerto Plata y Nagua.
También en San Francisco, Higüey, San Pedro de Macorís, La Romana, Hato Mayor, Barahona, San Juan de la Maguana, Baní, San Cristóbal, Samaná y Neiba.
Es posible que un candidato a la reelección, como lo es Danilo, pueda aguantar cinco días de movilizaciones constantes en las provincias mencionadas?!Claro que no!
Sin embargo, el gobierno no le está dejando otra salida a los uasdianos.Tendrán que luchar incansablemente para que los legisladores salven al gobierno y les aumenten las partidas presupuestarias a la institución que más contribuye con la movilidad social honesta y transparente del pueblo dominicano.
Fuente: Fabui Ruiz Jr/Facebook
