lunes, 18 de enero de 2016

Tener celular es objeto de atraco


Por Lic. Dary Terrero

El escritor es Maestro, Abogado y Comunicador

En República Dominicana se ha convertido en costumbre escuchar cada día en las noticias sobre el asesinato de un dominicano para despojarlo de un celular, el cual en la sociedad dominicana se ha convertido en una prenda de uso imprescindible.

 Los niveles de delincuencia se han disparado en los últimos años, los reportes policiales por atraco son alarmante, pero lo más alarmante es que no existe una reacción por parte de las autoridades. Los organismos que tienen que velar la seguridad ciudadana actúan como si viviéramos en un lugar seguro, donde no hay incidencia delincuencial, al punto que el Jefe de la Policía Nacional, al momento de presentar el Plan Estratégico de la PN, expuso la posibilidad de que los miembros de la uniformada pudieran andar desarmados.

 A momento de un atracó intervienen varios pilares que deben ser regulado por la autoridad, como son las motocicletas y los celulares uno como herramienta de trabajo de la delincuencia y otro como objeto del atraco.

 La falta de regulación y registro adecuado de las motocicletas la convierten en la herramienta ideal para ejecutar un atracó sin el riesgo de ser rastreados, producto de la vulnerabilidad delos escasos o inexistentes registros; pues las autoridades a la hora de encauzar uno de este tipo de vehículos prioriza el cobro de una multa, antes que la seguridad ciudadana.

 Esto es una total contradicción, recaudar más para tener que gastar más en inversión en salud, en un mayor índice de muertes por accidente de motocicletas y demás. Las motocicletas en  principio se había constituido en un medio de transporte, ágil eficiente y a bajo costo y de acceso a lugares donde un vehículo no puede accesar. 

La realidad es que al día de hoy este sector ha crecido de manera desproporcionada y sin regulación, aplicando sus propias reglas producto de que sus líderes carecen de un plan estratégico; ya que son dirigidos por personas sin compromiso social, e invadidos por la politiquería y la falta de empleo y oportunidades.

 La facilidad con que se puede activar un celular y la proliferación de agentes intermediarios en términos de comunicación, coloca este mercado en el simple punto de oferta y demanda, donde vender un celular si conocer su procedencia lícita es el “pan nuestro de cada día”. Tener un Smartphone nos hace presa de los delincuentes, ya que estos artefactos de uso casi imprescindible en esto tiempos, tienen un mercado amplio de comercialización donde la única variable es el precio.

 El regulador de las comunicaciones en nuestro país, Instituto Dominicano de Telecomunicaciones (Indotel) conjuntamente con las prestadoras de servicios telefónicos Claro, Tricom, Orange, Viva y demás, deben abocarse a una acción estratégica de crear urgentemente el mecanismo eficaz para que los teléfonos de sean activados, y que su uso este exclusivamente vinculados a la identidad de cada Smartphone (IMEI) de un teléfono en específico.
La facilidad con que se activa un celular en República Dominicana, más que aporte al desarrollo de las telecomunicaciones, está contribuyendo a hacer cada día más atractivo el robo de celulares en un país donde delinquir a alta escala no tiene ningún sistema de consecuencias. A esto se le suma la cantidad de celulares que entran al país de procedencia desconocida, los cuales no son sometido a ningún proceso de validación internacional.

 Lo que sí es un verdadero problema es la indiferencia con que las autoridades ven estas variables económicas y sociales que intervienen directa e indirectamente en el auge de la inseguridad y delincuencia en el país.


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