No, todos los que comenten un delito merecen el beneficio de la duda; a pesar de ser un creyente de la reivindicación de ser humano.
Foto de archivo |
Sin ánimos de justificar la acción de Martha Heredia, la cual pudo ser un desliz fruto hasta de la misma fama mal administrada.
Es una pena, que el afán de impartir justicia en un sistema ya colapsado, sea para los mangos bajitos y de paso ayudarlos a evolucionar hasta convertirlos en resentidos sociales.
¡Felicidades!
Fuente: Jensen Acosta
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