domingo, 6 de agosto de 2017

Recuerditos para mantener viva la memoria histórica



Por: Carlos Rodríguez*

Es definitivamente lamentable la amenaza de guerra civil y el riesgo intervencionista que implica el cerco que se ciernen sobre Venezuela.

La lucha por el poder político y el control económico del país suramericano implica un pulseo por desplazamiento entre las fuerzas del gobierno madurista (a todas luces con serias limitaciones) y las mismas fuerzas económicas y sociales recicladas entre los Adecos y la Socialdemocracia que entre las décadas de los 70 y mediados de los 90 sacaron de ese país cientos de miles de millones de dólares hacia cuentas personales en los Estados Unidos, Europa y paraisos fiscales del Caribe.

Los impulsos de la oligarquía venezolana se cimentan bastante en la táctica de borrar la memoria histórica; esto es, en ese bache y ese olvido que muchas veces implican los cambios generacionales.

Por ejemplo, ahora muy pocos recuerdan al lúgubre Antonio Ledezma ni los 3,000 (tres mil) y tantos venezolanos que por su incitación cayeron asesinados en las calles durante el Caracazo en 1989.

La mayoría de los venezolanos jóvenes ha olvidado las proclamas firmadas por los ahora proclamados como patriotasHenrique Capriles, Leopoldo López y María Corina Machad en 2002, cuando el  golpe de Estado financiado y dirigido internente por el gremio empresarial (Fedecámaras) cuyo presidente fue puesto como presidente de la Republica durante los dos días que duró el régimen de facto que desplazó al presidente Hugo Chávez Frías.

En tanto aquí, en la República Dominicana, muchos dirigentes del antiguo Partido Recolucionario Dominicano (PRD) ahora dirigentes del Partido Revolucionario Moderno (PRM) beneficiarios del desastre de los petrodólares manejados por Carlos Andrés Pérez, hoy apoyan abiertamente a los sectores de la oligarquía que se rehusa a procurar la vía constitucional para desplazar al gobierno
madurista e inisten en propiciar las manifestaciones violentas, atizando así una eventual conflagración civil con posibles ribetes regionales, si tomamos en cuenta los efectos que podría implicar el cerco que se teje contra Venezuela, al punto que acaba de ser expulsada del Mercosur, que es sistema regional de integración e intercambio comercial.

No sin razón los políticos perremeístas afines con el difunto Carlos Andrés Pérez; y hasta he oído a algunos "izquierdistas", tratan de justificar su adhesión a los objetivos golpistas la oligarquía venezolana, aduciendo que las movilizaciones sociales ya han cobrado unas 115 vidas venezolanas en los últimos tres meses y algo (100 días).

Sin embargo, como se trata de mantener viva la memoria historica, tengo para recordarles que en ocasión de las pobladas del 23, 24 y 25 de abril de 1984, fueron 123 los dominicanos que en solo tres días cayeron asesinados por tropas mandadas por el gobierno de su partido a disparar contra la gente que se movilizaba desarmada en las calles de Santo Domingo.

Si ellos aplicaran la sencilla operación aritmética del promedio, se darían cuenta que su gobierno sacrificó en promedio a 41 dominicanos diario, lo que equivale a decir que si esas movilizaciones se hubiesen prolongado por 100 días, como en Venezuela, aquí los asesinados hubieran alcanzado las 4,100 (cuatro mil) vidas. Y si de cifras se trata, señores del PRM, la diferencia es abismal.

*Es periodista.

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