viernes, 19 de enero de 2018

Riesgos de hacerlo bajo el agua

Son muchos quienes se atreven a llevar a cabo esta fantasía recurrente. Sin embargo, hay que tener en cuenta que esta práctica conlleva algunos riesgos que a menudo señalan los expertos:
Infecciones bacterianas:
En el agua del mar, los ríos o los pantanos hay numerosas bacterias que con un simple baño pueden resultar inocuas, pero que si nos demoramos en juegos sexuales nos pueden dar algunos disgustos. Las vaginitis (con ardores y picazón alrededor de la vulva) o las cistitis no son infrecuentes. También ellos pueden contraer una infección de orina por la invasión de microorganismos en el tracto urinario.
Hongos:
Los hongos son la cara B de las infecciones bacterianas. Si las primeras son más propias de pantanos o ríos, los hongos vienen de la mano del agua de las piscinas en las que se ha usado demasiado cloro. Por cierto, que si el exceso de cloro es significativo podrías tener también picores en salva sea la parte.
Ojo con el preservativo y las enfermedades de transmisión sexual:
Uno de los mayores problemas que tiene el sexo en el agua es el preservativo: para empezar, es mucho más difícil de poner. Además, el látex es un material que se resiente en el agua y que podría no resultar tan eficaz como debería. Conviene preguntar a la marca cuál sería el modelo más adecuado. En realidad, lo que los expertos recomiendan es realizar la penetración fuera del agua y bañarse después si se quiere.
Sí, te puedes quedar embarazada:
Existe el mito extendido en algunos medios de que en el agua es casi imposible quedarse embarazada. Pues bien: es mentira. Una mujer sana puede quedarse embarazada perfectamente en el agua. Un motivo más, junto con las enfermedades, para pensar en el método anticonceptivo.
No se lubrica bien:
Otra creencia extendida es pensar que el agua facilita las relaciones sexuales, especialmente la penetración, cuando en realidad sucede lo contrario. El agua se lleva por delante toda la lubricación haciéndolo más difícil. En ocasiones puede resultar hasta doloroso. Existen algunas alternativas, como los lubricantes de silicona, que no son solubles en agua y pueden suplir la lubricación natural.
No eres gimnasta:
Es cierto que el agua facilita ciertos movimientos. O, más bien, nos hace más livianos. Gracias a ello podemos ensayar nuevos abrazos o juegos. Sin embargo, eso no quiere decir que practicar sexo vaya a resultar más fácil. A veces sucede al contario: estamos en un medio que no controlamos y para hacer según qué cosas vamos a tener que tirar de fondo físico. ¿Estás seguro de que no te dará un tirón?
Te pueden pillar… ¡y multar!
Cuando hablamos de sexo en el agua y salvo que estemos dispuestos a hacer contorsionismo en la bañera, estamos hablando de lugares públicos, o al aire libre, espacios en definitiva en los que siempre te pueden pillar. ¡Mucho cuidado! No solo porque la vergüenza de haber sido pillado en una situación semejante te perseguirá toda tu vida. Sino porque además en muchos municipios es una práctica perseguida y multada.
Y la ventaja: ¡En la variación está el gusto!
Nada hay peor que la rutina para el sexo, así que a pesar de todos los riesgos y problemas que conlleva el sexo en el agua es bueno que tu pareja y tú tienes nuevas opciones más allá de la cama de todos los días. Si sale bien, será fantástico y los recordarás siempre. Y si no, seguro que compartirás unas risas que también van a merecer la pena.



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