Confieso que uno de los tragos amargos del periodismo es ser comparado con los mártires de la pluma, tales como Orlando Martínez, Gregorio García Castro y Narciso González...
¿Por qué lo digo?
Pues al ellos ser inmortales, haber sacrificado sus vidas por causas nobles en tiempos duros, y servir de referentes históricos en esta profesión; la mayoría del pueblo dominicano espera que por consiguiente también hagas lo mismo que ellos: que sacrifiques tu vida...
Yo lamento decepcionar a muchos pero no aspiro a ser como esas leyendas. Y más después de que los autores intelectuales de Orlando Martínez nunca pagaron por aquella tragedia. También sabiendo que el crimen de Goyito quedó impune y que a su matador lo ascendieron luego de su asesinato.
No señor, todavía Narciso González ni aparece y solo veo conmemoraciones y algunos cuantos escritos. Par de esquinas y calles con los nombres de esos tres mártires y el pueblo que nunca los apoyó pisándola todos los días...
Como periodista tengo los pies sobre la tierra y estoy claro que una sola golondrina no hace primavera. Solo DENTRO DE LO POSIBLE seguiré escribiendo y ayudando mediante mi oficio a las personas que pueda, tanto en lo social como en lo político.
Pero sepan que ser periodista no es sinónimo de mártir.
Ni de pendejo...
Por:Dalton Herrera
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