viernes, 23 de noviembre de 2018

¿Le interesa a la sociedad los análisis profundos en los discursos políticos?

La velocidad en la que un nuevo medio de comunicación se impone en la sociedad está relacionado con cuántas personas lograron incorporarlo. Se podría afirmar que el problema, desde la perspectiva de planteo y no de inconveniente, es el medio dominante a través del cual discutimos debido a que les impone la metáfora a todas las actividades sociales.


Neil Postman, un autor que analiza el impacto de la televisión en la comunidad, sostuvo que “no se puede hacer filosofía política en televisión porque su forma conspira contra el contenido”. Es decir, que todos tienen que ser divertidos en esta era formateada por el sesgo del entretenimiento.

Frente a este panorama que afecta de forma directa a la puesta en escena de dirigentes políticos, Yago de Marta es menos apocalíptico con respecto a la mirada del escritor estadounidense y afirmó que “la atención del ser humano siempre ha tendido a menos”.

Señaló que, en el caso específico de la televisión, no tiene que ver tanto con la atención a una situación concreta, sino con la importancia de la imagen y darse cuenta que lo gestual es tan relevante como lo que se está diciendo.

“Nunca se le dio mucha importancia a los contenidos técnicos por un simple motivo: los seres humanos, cuando tienen que pensar mucho, desconectan”, enfatizó el español. Esta idea parte de que nunca los términos técnicos funcionaron, solo que antes eran generadores de veracidad: “Lo técnico era la única manera de ser creíble. Pero cuando tienes la manera de llegar con autoridad, el cuerpo y la voz ¿¡Para qué necesitas credibilidad!?”.

Adaptarse al medio

En este aspecto, de Marta enfatiza que siempre adquiere enorme relevancia el medio de comunicación a través del que se discute y la puesta en escena debe adaptarse a él.

“Si tenemos un debate radial, nuestra regla del juego es que van a escuchar lo que decimos y parte de la emoción que ponemos en nuestra voz: tenemos que aprender a jugar a eso”, expresó.
Para realizar un contraste, puso en conversación que en la televisión entran otros componentes distintos y lo marca como una “revolución” desde lo social, pero no tanto en términos de atención.

¿Le interesa a la sociedad los análisis profundos en los discursos políticos?

“Siempre tenemos se debe pensar qué sabe la ciudadanía sobre determinado tema y cuál es la consideración general sobre él", argumentó el estratega. “A veces queremos explicar aspectos que nos hunden o alejan; tenemos la costumbre de querer ser sofisticados cuando las personas solo quieren saber qué vas a hacer y para qué va a servir”.

Incluso criticó que el error generalizado está profundizar demasiado en el cómo se va a realizar dicha acción, con el objetivo de querer justificar el doctorado del emisor. “Hablan complejo, queriendo ganar valor con eso, y lo que hacen es perderlo. La gente solo quiere entenderte: si no te entiende, da igual, poque vas a terminar perdiéndolo”, concluyó.

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