Por :América Pérez
Pensadora Libre
Eres y siempre será mi amor eterno, quien me enseñó a escribir correctamente, a sumar y a dividir con granos de maíz, sembraste en mi la pasión por el turismo interno, el respeto y la solidaridad. Y qué decir de la comunicación. Recuerdo padre mio la primera vez que vi tu carnet de corresponsal de El Caribe desde la Provincia Independencia de la cual los representante por dos ocasiones en la cámara de Diputados. Eso me impactó.
Mi padre,mi maestro,mi orgullo y mi debilidad. Sólo espero en la promesa de Dios y se que te volveré a ver para contarte que ha sido de mi, así como cuando era una niña y regresaba de vacaciones y tú con tu sapiencia me preguntabas sobre la experiencia. Te amo y ese amor ni la muerte pudo con él.
Siento mucha nostalgia de que no estés conmigo,espero siempre tus consejos frente a situaciones y realidades de la vida,pero no llegan. Ahora bien, si trato de recordar cada valor que me enseñaste, ese apego a la comunidad que vi en ti, dándolo todo siempre a cambio de nada.
En estos tiempos tan difíciles donde la sociedad anda sin rumbo fijo, abrazo tu memoria y tu ejemplo. Tu ejemplo me enderaza el camino, es la voz de mi conciencia que lleva tu nombre.
Aun siendo huérfano de madre y prácticamente de padre decidiste elegir la superación, te superaste a ti mismo. Y con esto superaste a toda tu descendencia.
A quienes le cuento sobre cómo organizarse todos antes de tu partida sólo muestran asombro,porque hasta el final no fuiste un problema para nadie. Te agradezco tu amor que poco expresabas pero que en cada acción me lo demostrarse.
Hoy día de los padres que en mi no es costumbre pensarte solo un vez al año, pero al igual que todos que hacen alarde de sus papis, creo que es justo que yo también manifieste mi gran cariño hacia ti.
Yo se que te veré y será como si no hubiese pasado el tiempo mi viejo querido. Te amo y siempre te amaré.
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