jueves, 29 de agosto de 2019

Cesar "El Abusador" revive historias de Franklin Franco, el padre de Marisol



Santo Domingo. RD
Listín Diario.

El caso donde se involucra a César Emilio Peralta (César el Abusador)  de dirigir una banda internacional de narcotráfico,  ha vuelto a traer a los medios de comunicación el nombre de quien en la práctica es hoy su suegro: Francisco José Franco Martínez: Franklin Franco.

El padre de Marisol Franco, pareja sentimental de Peralta, y quien ayer  fue  apresada por la Fiscalía durante un allanamiento en su residencia en el sector Naco, de esta capital, ocupó titulares y páginas de los medios de comunicación nacionales durante muchos años a finales del siglo pasado y al principio de este, debido a su larga prisión y una solicitud de extradición que le hizo el gobierno de los Estados Unidos.

Originalmente Franklin Franco fue acusado de fugarse de una cárcel  de máxima seguridad de Minnesota, en los Estados Unidos, donde guardaba prisión por falsificación de documentos de inmigración.

Sin embargo, fue apresado en el 1989 en Puerto Plata y conducido  a la sede de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y contra él se instrumentaron distintos expedientes relacionados con el  narcotráfico.

En tal sentido fue condenado y duró nueve años en la  cárcel de Najayo, San Cristóbal, a pesar de que  recibió varios fallos a su favor, incluyendo cortes de apelación y la Suprema Corte de Justicia.

Franklin Franco nació en 1949, un 21 de enero. Tiene 70 años.

También se mantuvo la solitud de extradición por parte de los Estados Unidos, pero el entonces presidente, Joaquín Balaguer, se negó a entregarle y se le juzgó por cargos en República Dominicana.

Los periódicos de la época reseñan cada una de las sentencias que favorecieron su  libertad, y  “el  viacrucis” de su mantenimiento en prisión hasta que finalmente salió de la cárcel  en el mes de julio de 1999.

En total fueron seis órdenes de liberación a su favor que no se ejecutaron.

A su salida de la prisión  dijo que esperó su libertad “confiado en Dios, pues se consideraba un preso de la embajada (Estados Unidos)”.
Desde entonces su vida volvió al anonimato hasta estos días,  cuando el caso de César “El abusador” puso en la palestra a Marisol, una de sus hijas, quien a pesar de tener orden de arresto no había sido apresada por las autoridades.

El martes este periódico publicó el documento en el que se apreciaba la orden de arresto, emitida el lunes 19 de agosto del presente año. Al caer la tarde, el Ministerio Público volvió a su apartamento, por tercera vez en el proceso, y la apresó. Fue trasladada al Palacio de Justicia de Ciudad Nueva para ser interrogada.

En junio del año 1999, Franco dijo que el entonces gobierno de Leonel Fernández estaba acabando con su vida, su economía y sus familiares al mantenerlo en prisión “injustamente”.
Una de las quejas de Franklin Franco es que lo mantenían en prisión a pesar de que colaboró económicamente con el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que asumió el poder en el año 1996, con Leonel Fernández como su primer presidente.

Aseguraba entonces que lo mantenían en prisión por presiones de las autoridades norteamericanas, que lo habían pedido en extradición durante el gobierno de Joaquín Balaguer.
En marzo de 1993 se presentó voluntariamente ante la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), donde lo dejaron en prisión. La primera vez que cayó preso fue en 1989 en Puerto Plata, debido a la petición de extradición de los Estados Unidos.

Las sentencias

Recibió una sentencia dictada por la séptima cámara penal del Distrito, por el juez Juan María Severino, por siete años. Esa decisión fue apelada y la corte de apelación de Santo Domingo le redujo la pena a tres años, los cuales cumplió en La Victoria.

Tras cumplir esos tres años fue reapresado por los mismos argumentos por los que fue condenado.
Tras dos decisiones de la Suprema Corte de Justicia, la última el 17 de enero de 1996, el procurador general de la República de la época tramitó la ejecución de la sentencia para ponerlo en libertad.

“Sin embargo, el entonces contralmirante de la Marina de Guerra y encargado de la Dirección Nacional de Control de Drogas, Julio César Ventura Bayonet, no permitió su salida de la cárcel”, señala una publicación del diario El Nacional de la época, a la firma del periodista Pedro Castro.

El 29 de julio de 1999 fue puesto en libertad a las 4:30 de la tarde. Así salió de la cárcel de Najayo.

Su libertad se produjo por decisión de la jueza Carmen Altagracia Fortuna Belliard, juez de instrucción de la Segunda Circunscripción del Distrito Nacional. Contó el visto bueno del entonces fiscal del Distrito, Francisco Domínguez Brito.

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