martes, 13 de agosto de 2019

Soy machera y ¿Qué?



Desde pequeña me ha gustado el coro con los varones, aquí en Santo Domingo se le dice machera o marimacho, en fin, he entendido y que me excusen las de mi género que los hombres te transmiten el mundo desde su óptica, te enseñan cosas que no se aprenden con las damas, aunque también lamentablemente de un grupo de mujeres algún chisme sale (debo confesar que tengo buenas y excelentes amigas que las amo).

Quien anda con hombres aprende un mundo y te cuidan como esa hermana adoptiva que ellos pretender formar bajo sus conocimientos de ambos mundo (femenino y masculino), desde afuera la gente asume que uno de ellos está contigo, quizás se da el caso de uno este enamorado en secreto de ti, pero te prefiere así de amiga. Es lo más cerca del amor.

Volviendo al tema hoy tuve una reunión de hombres, aunque la temática quizás no fue tan fácil pero lo disfruté, hablaban justamente de las cosas que necesito, y yo me pregunto ¿Qué necesito o que se supone que necesito? Por casi una hora plantearon argumentos sobre mi personalidad ¡Vaya perla! Y la pareja "perfecta" para mi.

Fue impresionante escuchar cada cosa entre ellas lo competitiva que soy, el amor a la solteria, un hombre que yo pueda moldear y que cocine para mi Jajajjaja, y un montón de información que no pueden publicarse. Si hubo un detalle que me encantó y es que me ven franca, esto implica ver personas que admiran eso y otras se molestan.

Es difícil ser América Perez, y más difícil es aceptar quien soy. Veo mucha gente preocupada por mi, pero debo decirle que en la medida de lo posible soy feliz y yo no nací para ser normal y hacer lo que los patrones sociales quieren, soy libre y me amo. Aprendí tarde a hacerlo y no está en juego seguir haciéndolo.

Soy libre y no dependo de nadie para hacer lo que me gusta o para comprarme un trapo o ir al salon, a Dios las gracias porque me formó para depender única y exclusivamente de el y de mi. Las que entiendan que no pueden vivir sin una pareja para que las mantenga en cosas tan insignificantes, pues amén.

El valor de la familia, de un hogar o de hijos es algo hermoso, benditos quienes han podido formarlas, y todo es justamente en el tiempo de Dios. Yo le creo a él.

 Y retomando el tema la sinceridad en los varones es lo que más admiro, a ellos no les importa si has repetido el mismo vestido en fiestas, no te asumen como competencia, no te bajan los novios o maridos...ven en ti el alma y te aceptan como eres. ¡Arriba los hombres!

América Pérez
Pensadora Libre

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