Esa Serpiente le habló a la primera mujer, le sembró la duda hasta el grado de desafiar a Dios y luego hacer que su esposo tambien desobedeciera al creador quien le dijo de no comer del árbol prohibido.
Enemistad entre ella y la mujer, luego que fueron aliadas aunque sea por el momento de influencia que costó una desgracia para todos: llegó el pecado al mundo.
Hay diversas especies de culebras, serpientes o viboras, algunas comen disparetes y otras te comen entero sin masticar, y te van pudriendo con su lengua y su saliva.
Siempre al asecho de sus victimas esperando para dar el golpe de efecto, giran la cabeza de un lado a otro estudiando el entorno, sacan la lengua de manera periódica hasta que llega el momento de atacar.
Cambian de piel o la mudan como dicen en el campo, les gusta el sol pero también las cuevas, donde segregan un olor asqueroso, que alerta a otros despredadores.
Algunas su actitud es la posición de la cabeza erguida como quien envia un mensaje de arrogancia frente a los demás animales, dueñas de si mismas, por lo menos eso creen. Desconfian siempre pero es porque su naturaleza es la misma.
Lo bueno de todo esto del tema de las serpientes sean boa, Anaconda o pitón, es que Jehova ha dicho qué la mujer le mallugara la cabeza, y todos sabemos que por ahi se matan aunque la cola siga moviendose.
Confiemos en Dios que siempre nos da salida y nos enseña el rastro de las serpientes, diciendonos que no somos ratas, ni gallinas, ni huevos, ni vacas para caber en la boca de estas,sino seres bendecidos y ungidos con la sangre de cordero que quita los pecados del mundo.
Bien
ResponderEliminarAmén. Seguimos en oración y atento con las serpientes.
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