viernes, 30 de julio de 2021

Una cosa no tiene que ver con la otra


Por:Daniel Araujo


En la República Dominicana y cada uno de los pueblos  Antillanos y Caribeños; así como cada rincón de Centroamérica, América del Sur y de Los Estados Unidos. Dondequiera que la diáspora hispanoparlante tenga  alguna incidencia, al Caballo Mayor se le va a respetar, valorar, emular, recordar y considerar como el Padre del merengue popular y contemporáneo. Un ícono inigualable que puso el nombre de nuestro país en el punto más alto de la  referencia internacional.

 Ahora, ¿ Podemos borrar del mapa a un muchacho que puede considerarse como una víctima de la fama mal administrada y de la espontaneidad de las redes sociales?

¿ Se puede condenar de por vida a alguien por un comentario, a todas luces desacertado e inoportuno que drenaba un sentimiento acumulado de frustración ? 

¿ Podemos quitar el derecho a alguien a comer, trabajar, ganarse la vida con el sudor de su frente y con lo único que sabe hacer y lo hace con pasión ? 

Podemos en un Estado de Derecho, en un régimen de libertad y democracia  condenar a una persona por expresar un sentimiento, el cual no compartimos, deploramos y  rechazamos en todo su contenido. Pero,  por lo que precedentemente expreso, me veo en la necesidad de respetar. 

Pienso sinceramente que Jhonny Ventura, un discípulo de Peña Gómez, quien tuvo la entereza de perdonar a sus verdugos de toda la vida horas antes de morir. Todavía retumba en mis oídos aquella frase " Yo los perdono ". Estoy seguro que el Caballo haría lo mismo y no condenaría al joven, díscolo pero muy talentoso de Ala Jaza.

Nota a pie de página: Nunca he estrechado la mano de Ala Jaza .

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