Por:América Pérez
Pensadora Libre
Aunque el titular de este artículo nos haga reflexionar, es precisamente lo que quiero, ante la noticia durante toda esta semana en los principales medios de circulación digital de Santo Domingo Oeste, que el buen amigo y Regidor Víctor Jiménez daría apertura a una nueva funeraria, en todos nos crea alegría (aunque ahí dentro de va a llorar), porque la debilidad más grande como municipio es justamente esa, no tenemos los de a pie donde velar con Dignidad nuestros muertos.
Cuando Francisco Peña no había, si se "ayudaba" desde la alcaldía, pero esta institución está precisamente para construir funerarias, más que dar ese día dádivas, y de darse aportes si existiera ese lugar de paz donde hacer honras fúnebres fuera menos la cantidad, y con Francis Peña, bueno es quizás el talón de aquiles de su gestión municipal, con bombos y platillos se anunció una obra moderna, envidia hasta de cualquier Blandino (no pagaron publicidad). Y se quedó como al 50% de construcción, en un lugar super incómodo y peligroso como lo es la prolongación 27 de febrero, al frente de Loyola.
Antes de llegar el año de gestión del Ingeniero José Andujar, anunció la construcción de una funeraria comunitaria para Manoguayabo en las oficinas del antiguo correo postal, aún la esperamos...y ya 3 años. Luego se dijo desde el ASDO que el edificio dejado por Francisco Peña a más del 70% para este fin, sería vendido, otros decían que mudarian oficinas administrativas y sería el Palacio Municipal. Pero todo es bla bla bla. ¡El intento de funeraria más COSTOSA!.
Recibir una comunidad como Hato Nuevo, una funeraria bonita, bien amueblada, con un carro fúnebre a la orden, comunitaria, llena de fe como vive la familia Jiménez, es una bendición. Escuchar en su discurso decir que no habrá distinción ni partidos políticos para la existencia, pueden ustedes creerlo que es así.
Víctor y su familia han crecido como empresarios, pero desde siempre han sido comunitarios, dando de comer a mucha gente sin publicidad, sin fotos ni aparataje, con la Fundación Pollitos y Pollitas precisamente en la Zona de Expansión llevando campamentos, entregando útiles escolares, canastillas, comida, mucho antes de ser un servidor público.
Aunque desde siempre he comprado comida en la Plaza del Pollo de Las Caobas, nuestra amistad se afianzó vía Jeduar Reyes, que sin temor a equivocarme es el cliente 1A, porque le encanta este espacio y la variedad de comida que allí se sirve, pero más que todo le he tomado cariño a Víctor por su amabilidad y siempre disposición a conversar, hablar y escuchar críticas. Sin ofenderse, bueno como todo ser humano en algún momento si, pero luego entiende que yo soy periodista.
Por miedio Entre Líneas, doy un fuerte abrazo a Víctor y su familia, por esta obra con dos capillas dedicada a dos personas merecidas, una es doña Esperanza Jiménez (madre de los hermanos Jiménez) y mi estimado amigo ido a destiempo Henry Gil, un fajador del deporte local.
Desde aquí seguimos solicitando que desde la Alcaldía Santo Domingo Oeste se construyeran más funerarias, se piense en un cementerio municipal, se active la recogida eficiente de la basura, continúen las recuperación de los espacios públicos, se restablezcan las escuelas laborales, hay mucho que hacer...
Grano a grano se llena la gallina el buche...
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