Propiedades y beneficios
Diuréticos y digestivos
Los rábanos están compuestos en gran porcentaje por agua. Esto quiere decir que, además de ser bajos en calorías, mantienen hidratado el cuerpo y ayudan a eliminar toxinas. Los rábanos favorecen no solo al sistema digestivo, sino también los riñones, la vesícula, el hígado y el sistema circulatorio en general.
Cuidan el hígado
Gracias a los glucosinatos los rábanos cuidan del hígado y la vesícula biliar. Los glucosinolatos elevan la producción de bilis. Además, su consumo regular nos permite desintoxicar la vesícula biliar y aligerar las digestiones.
Fortalecen el sistema inmunológico
Rico en vitamina C, un importante antioxidante y una vitamina clave: ayuda al sistema inmunológico a protegernos de resfriados comunes, virus y bacterias.
Mucolíticos
Si pillamos un catarro o una gripe y tenemos mucosidad y congestión es una buena idea acordarnos de los rábanos, porque ablandan la mucosidad y favorecen la expectoración.
Indicado para los asmáticos
Tienen la propiedad de disminuir la congestión de las vías respiratorias. Así que los rábanos están indicados para las personas que sufren de asma, sinusitis o bronquitis.
Cuidan nuestra salud cardiovascular
Al contener bastante potasio protegen nuestra salud cardiovascular, porque el potasio ayuda a regular la tensión arterial.
Saciantes
Ricos en fibra, los rábanos nos hacen sentir saciados y así reducen nuestro apetito.
A pesar de sus múltiples propiedades y beneficios, los rábanos contienen indometilglucosinolato, sustancia que ejerce una acción hipotirodea. Por eso no deben consumirlos en abundancia las personas afectadas de hipotiroidismo.
Recetas para tos y resfriado con el Rábano
Una de las formas de aprovechar las virtudes del rábano es preparando un jarabe natural contra la tos muy fácil de hacer.
Ingredientes
10 rábanos.
1 taza de limón.
½ taza de agua.
1 cucharada de miel pura.
Preparación
Lavar y cortar los rábanos.
Colocar los rábanos cortados en la licuadora, junto al resto de los ingredientes, excepto la miel.
Una vez que todos los ingredientes han sido triturados deberá obtener una mezcla homogénea. Tras ello cuele, añada la miel y mezcle nuevamente.
Por último, hierva durante 30 minutos. El resultado de esta cocción será un jarabe natural antitusivo.
Se sugiere tomar una cucharada de este jarabe, tres veces al día. De esta forma la tos irá reduciéndose.
Este jarabe también contiene otros ingredientes que favorecen la reducción de la tos, como por ejemplo el limón. Este fruto, no sólo aumenta las defensas por su contenido en vitamina C, sino que tiene propiedades antisépticas y antibacteriales. Por otro lado, la miel también ayuda a aliviar la tos, suavizando la garganta.
Es importante que tenga en cuenta que la tos es un síntoma o signo de una enfermedad de base, que debe ser tratada por un médico especialista. Por ello, no deje de ver al médico para encontrar la causa de dicha tos.
Otros remedios caseros para quitar la tos seca
Si la tos persiste, además de este remedio de rábano, limón y miel, puede optar por diferentes alternativas de remedios naturales como por ejemplo el ajo, el laurel o el aceite de oliva; así como también puede tener a mano hierbas expectorantes que ayuden a contrarrestar la tos
También puede recurrir al zumo de piña para ayudarle a aclarar su garganta. (Fuente: innatia.com)